lunes, 7 de mayo de 2012

Consumir alimentos ricos en ácidos grasos omega 3 podría proteger de la enfermedad de Alzheimer

El hallazgo proviene de un trabajo publicado en la revista "Neurology" y llevado a cabo en alrededor de 1200 pacientes libres de demencia y mayores de 65 años residentes en la parte norte de Manhattan, en la ciudad de Nueva York a los quie se sometió a pruebas neurológicas y cognitivas, y solo los que estaban libres de demencia se incluyeron en el análisis actual. Todos se realizaron analíticas de sangre para evaluar los niveles de una proteína clave (proteína beta amiloide) asociada con el Alzheimer tras informar a los autores del estudio sobre la dieta que habían llevado durante más de un año.

"Investigaciones anteriores han mostrado que, en esta población, unos niveles más altos de proteína beta amiloidea parecen relacionarse con un mayor riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer", señaló la autora del estudio Yian Gu, científica investigadora asociada del Instituto Taub de Investigación en Enfermedad de Alzheimer y Envejecimiento Cerebral de la Universidad de Columbia, de la ciudad de Nueva York. "Deseábamos intentar averiguar si lo que comemos puede afectar esos niveles".

Gu añadió que "solo consideramos el contenido nutricional de omega 3 en las dietas [de los participantes del estudio] porque nuestros estudios anteriores mostraron que la dieta mediterránea (caracterizada por pescado, frutos secos, verduras y una menor ingesta de carne roja) se asociaba con un menor riesgo de Alzheimer. Y esta vez, cuando medimos los niveles de la proteína beta amiloide en su sangre, que son representativos de lo que hallaríamos en el cerebro, encontramos que mientras más contenido de omega 3 había en la dieta, menores eran los niveles de beta amiloidea".

Los sujetos completaron cuestionarios alimentarios que se remontaban en promedio 1.2 años, con un enfoque en el consumo de diez nutrientes específicos que, según citaban investigaciones anteriores, quizás tienen un impacto en la salud del cerebro, concretamente ácidos grasos poliinsaturados omega 3 y omega 6, ácidos grasos monoinsaturados, vitamina E, vitamina C, beta caroteno, vitamina B12, folato y vitamina D.

El equipo señaló que en el análisis dietario se incluyó la ingesta de nutrientes en forma de alimentos, no como complementos.

Las analíticas revelaron que, independientemente de la edad, el sexo, la etnia y los antecedentes educativos, mientras más ácidos grasos omega 3 consumían, menores eran los niveles de la proteína beta amiloide hallados en la sangre.

Cada vez nos damos más cuenta de que el Alzheimer no es simplemente una consecuencia de los genes, sino de que probablemente también haya factores ambientales que sean importantes. Esto plantea la emocionante posibilidad de que se podría influir sobre las probabilidades de desarrollar enfermedad de Alzheimer mediante la dieta.

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